El aburrimiento es una bendición porque cuando te aburres, avanzas, miras hacia delante, te vuelves un buscador y te elevas más alto. Al mismo tiempo, el aburrimiento es una maldición porque no te permite estabilizarte en un lugar, estabilizarte en tu ser, y tu mente sigue saltando de un lugar a otro sin rumbo alguno. Te aburres de todo y no puedes disfrutar nada. H. H. Sri Sri Ravi Shankar
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